una casa enorme
en lugones
y villa urquiza
en capital
no se conocen
pero las miradas
se les pisan
en el andén,
mi pasarela,
los trenes
pasan al revés / y si uso
bien mis ojos
hoy tal vez
te encuentre
sobre la misma / vieja baldosa
mientras tanto
la soledad
no es libertad
ni buena esposa
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Me recordó a aquellos tiempos dónde pintabamos alrededor de los andenes, noches de calor humano rodeado de rostros y caras que atesoro en mi memoria. La soledad es una compañía extraña, pero el amor es un ser confuso e indomable, lo único que se de él es que en aquellos días nos merodeaba, entre las latas y el latex, entre nuestros dedos manchados de pintura y nuestras sonrisas de jóvenes perdidos y acomplejados. Una indómita compañía en la soledad de la noche, un eco más en la inmesidad del andén, una cara más que recordar. Gracias por tu poesía
ResponderEliminar.9.) 'bellisimo
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